Somos pasteleros artesanos y eso nos gusta!! Utilizamos aquellas materias primas que nos hacen disfrutar. No OMG’s.
Fue un acto del destino, o de la simple carencia, corrían malos tiempos en aquel Madrid de los años 50 cuando no había más remedio que salir adelante.
Mi padre era pastelero, ya podréis imaginar por qué fue el lugar elegido.
Entré como aprendiz en “Delicatesen”¡Cómo no recordarlo y contarlo! Entre sollozos y extremo cansancio, entreví que después de la limpieza de chapas y fregado de peroles había un sinfín de posibilidades. A mis catorce años descubrí el salmón ahumado, me sedujo el Sr. Bonet, pastelero chocolatero al que le debo mi primera lección de templado y tableteado y en fin pude contemplar lo que hoy probablemente son alimentos pero que en aquel entonces eran sin duda grandes manjares.
Cojo el traspaso de una pastelería con un delicioso nombre “El Buen Gusto”. Esta es la famosa pastelería galdosiana que hoy se llama “Horno San Onofre”.
Un enorme esfuerzo, valentía, una familia que mantener, algún que otro viaje, una mujer con mucha intuición y perseverancia, fueron las razones para luchar por aquel en su día sueño y hoy mi profesión.
La Tarta de Santiago, las Filloas y unas buenas materias primas hicieron que el Horno San Onofre funcionara.
¿Lo que me queda no lo sé, pero convencido estoy que mi trabajo seguirá dándome grandes satisfacciones y muchas razones por las que seguir activo.
Daniel Guerrero López. Pastelero